Enclavada a lo largo de la escarpada costa occidental de Noruega, la Carretera del Atlántico, a las afueras de Molde, es una cautivadora mezcla de innovación humana y grandeza natural. Explore la magia de esta joya noruega, donde la ingeniería se encuentra con las fuerzas indómitas del Mar del Norte, creando una experiencia inolvidable para cada viajero.
La Carretera del Atlántico, conocida como "Atlanterhavsvegen" en noruego, es una pintoresca e icónica calzada de Noruega que se extiende por el cautivador Mar del Norte. Esta maravilla de la ingeniería es famosa por sus impresionantes paisajes y su brillantez arquitectónica, lo que la convierte en un popular destino turístico.
- Maravilla del paisaje marino noruego: La Carretera del Atlántico es un cautivador tramo de 8,3 km a lo largo de la escarpada costa noruega, a las afueras de Molde.
- Puente Storseisundet: Su emblemático diseño en voladizo, que incluye el famoso "Puente de los Borrachos", añade atractivo a la carretera.
- Arquitectura Feat: La carretera serpentea entre islotes y escollos, mostrando una notable ingeniería en medio de paisajes impresionantes.
- Ruta turística nacional: Reconocida como parte de las Rutas Turísticas Nacionales de Noruega, atrae a visitantes de todo el mundo en busca de belleza paisajística.
- Tiempo dinámico: Experimente los rápidos cambios de tiempo, desde el sereno sol hasta las brumosas vistas bañadas por la lluvia, que realzan el viaje.
- Vida salvaje: La rica vida marina y las aves marinas crean un espectáculo natural que ofrece a los amantes de la vida salvaje una experiencia cautivadora.
Construida entre 1983 y 1989, la Carretera del Atlántico tiene una longitud de 8,3 kilómetros y conecta varias pequeñas islas del archipiélago de Molde. La carretera presenta una serie de viaductos y puentes que parecen desafiar a la gravedad mientras se curvan y retuercen sobre el mar abierto. Una de las estructuras más notables de la ruta es el mencionado puente de Storseisundet, conocido a menudo como el "puente borracho" por su aspecto aparentemente inconexo.
La Carretera del Atlántico ofrece impresionantes vistas de la costa noruega, con las turbulentas aguas del océano Atlántico chocando contra las rocas.
La estratégica situación de la carretera permite a los viajeros experimentar los drásticos cambios del tiempo y las condiciones del mar, desde momentos tranquilos y serenos a otros salvajes y tormentosos.
Los visitantes suelen embarcarse en un viaje panorámico por la Carretera del Atlántico para contemplar la belleza natural de Noruega, avistar vida marina y capturar fotografías inolvidables. La zona también es conocida por la pesca, la observación de aves y otras actividades al aire libre. Tanto si se admira por su ingenio arquitectónico como por su impresionante entorno, la Carretera del Atlántico es un testimonio del compromiso de Noruega por combinar las infraestructuras con los impresionantes paisajes que definen el país.
Áreas de descanso y miradores
Hay muchas áreas de descanso y miradores a lo largo de la Carretera del Atlántico, como éste de Eldhusøya. Esta caminata elevada hace un viaje de ida y vuelta alrededor de la pequeña isla, factible para todo el mundo. La cafetería está abierta en verano.
Viaje de ida y vuelta sugerido
La carretera del Atlántico en sí no tiene más de 8,3 kilómetros, de Vevang a Karvåg. Si desea explorar esta fascinante zona, puede plantearse una excursión de un día partiendo de Molde hasta Bud, cruzando la Carretera del Atlántico, y continuando hasta Kristiansund. Regreso a Molde por Batnfjordsøra. Esta ruta incluye un ferry que cruza Kvernesfjorden.
Este viaje de ida y vuelta es de 176 km y dura aproximadamente 3 horas en coche.
Hay muchas posibilidades de acampar libremente en esta zona. Tenga en cuenta que algunas instalaciones de carretera están abiertas durante el día, pero cerradas por la noche.
Le recomendamos que consulte la aplicación Park4Night para obtener más información sobre las posibilidades.